Las narrativas del fracaso
Hace unas semanas vi Luna de Avellaneda. Llevaba más de una década esperándome en una estantería aún con su envase original sin alterar. ¿Os pasan a vosotros esas cosas? Libros, películas, música… a los que llegáis tras atravesar diversos vericuetos, tras elegir caminos equivocados y reconducir los pasos. A mí me ocurre mucho, sin ir más lejos hace unos días confesaba en redes sociales mi emoción al terminar Fahrenheit 451, un libro que conocía bastante, pero que hasta ahora (tarde, de nuevo), no me había dado el gusto de leer y disfrutar, ¡un imprescindible, sin duda! ¿Por qué no habré visto yo antes esta peli?, me preguntaba, ¡me hubiera venido tan bien! Es engañosa esta reflexión, claro, no puedo saber cómo me hubiera influido en el pasado, si hubiera calado en mi forma de entender la vida por entonces, si hubiera sintonizado con mis inquietudes del momento… No, definitivamente no …