¿Quiénes somos?
¿Qué somos? ¿Quiénes somos? No, desde luego, el trabajo que realizamos. Ni nuestros títulos académicos o la ausencia de estos. Ni las medallas o los concursos ganados. Ni nuestros errores o derrotas. Ni una cara o un cuerpo o una cifra en una cuenta. Tampoco un estado civil. Ni una edad. ¿Una nacionalidad? ¿Un número de amigos, parejas, viajes, experiencias o posesiones materiales que acumulamos? ¿Nuestras habilidades, talentos, destrezas…? ¿Las ideas, las creencias…? ¿No, verdad? Entonces, ¿qué somos?, ¿quiénes somos? Supongo que debemos ser eso que nos mueve desde lo más profundo. Los anhelos que persisten: de plenitud, de belleza, de verdad. De serenidad, calma, paz, felicidad… La luz, la sabiduría esencial que se ha ido quedando tapada, oculta por todo lo accesorio y fútil… En definitiva, lo que nada ni nadie puede quitarnos. Lo que, por más que lo intentemos, no podemos dejar de hacer o experimentar. Y, quizá, sobre …