El negocio de los complejos

Puede que el contenido de esta publicación no te interpele directamente. Lo cierto es que no la he escrito pensando en mi audiencia habitual, sino en chicos y chicas jóvenes, adolescentes, que atraviesan fases de inmensa vulnerabilidad. Si conoces a alguno y crees que puede interesarle o venirle bien leer este texto, tal vez puedas reenviárselo, como siempre, gracias por tu interés y atención. 🙂 ¿Te miras al espejo y no te gusta nada lo que ves? ¿Te cuesta hasta mirarte? ¿Sientes rechazo, incluso repulsión a veces? No te gusta tu cuerpo. Esos kilos que te sobran. Tus orejas. Tus pechos. Esas caderas. Las piernas, los brazos, la celulitis, la flacidez… Hay tanto para desaprobar, ¿verdad? Tanto. Tanto que no se parece para nada a las chicas que salen en la tele, en TikTok, en Instagram, a tus cantantes o actrices favoritas… ¿Por qué ellas, ellos, sí y tú no? …

Leer más

¿Qué nos da tanto miedo?

En algunos momentos vitales, nos sentimos bloqueados por muchas razones, entre ellas, los miedos, muchos miedos, enormes, irracionales, descontrolados… Tantos que constituyen una especie de masa amorfa y, si nos paramos a pensar en cuáles son realmente, nos cuesta identificarlos, desmenuzarlos, ponerles cara. El miedo convertido en un hábito, como abordé en este artículo. Y es importante. Es importante saber cuáles son, qué forma tienen, para poder hacerles frente. Porque resulta que en el ejercicio de reconocerlos, muchas veces pierden fuerza. Nos damos cuenta de que no son tan altos, ni tan poderosos, ni tan corpulentos como para tenernos así de amenazados y empequeñecidos, siempre caminando por la vida con la cabeza baja. También, porque reconocerlos nos ayuda a descubrir las diversas estrategias de huida a las que nos aferramos: las historias de victimismo en las que nos refugiamos, los muros de ideas y creencias que levantamos para protegernos, etc. …

Leer más

Tener un camino

Creo que fue a Pablo d´Ors a quien le escuché decir «Si hay camino, todo está bien». Sí. Hay que tener un camino. Un camino refugio. (¿Tiene un refugio que ser algo estático o un camino siempre sugerir movimiento?). Un camino en el que guarecernos cuando ahí fuera las circunstancias adversas aprietan, cuando a nuestra vida llega el invierno, perdemos luz y se nos llena todo de sombras y niebla espesa. Ese camino, ese refugio, se consigue con cultivo interior, pero más nos vale tenerlo trabajado, montado, organizado, decorado incluso, antes de que el frío nos congele los dedos y el alma. O nos empape la tormenta. O nos arrase el huracán.  Lo que ocurre es que, cuando la luz abunda, se nos olvida que llegarán, porque siempre llegan, estos días sin sol.  El camino, el refugio, es ese lugar (no físico, claro) donde cesan todas las hostilidades y hasta, a …

Leer más

Una fuente de luz interior

Sabiduría interior

A veces me paro a mirar a un niño y veo en él, o en ella, todo lo que está bien. Todo lo que está bien en general, en la vida, en el universo… El brillo de sus ojos, la frescura de sus sonrisas, las ganas de hablar y hablar y compartir y preguntar y descubrir… El tono dulce y divertido de sus voces. Sus risas contagiosas… Su necesidad, y capacidad, de jugar y jugar y jugar, sin descanso. Su curiosidad, su entusiasmo, sus ocurrencias, su espontaneidad… Su verdad. Ay, los niños. Parecieran estar hechos de algo diferente a nosotros, que ya ni recordamos que una vez fuimos niños. Cantan, se mueven sin parar, lloran, se ríen, se enfadan, vuelven a reír y a llorar… Con absoluta naturalidad. Y, entonces, venimos nosotros, los adultos, que hace tanto que fuimos niños… Llegamos nosotros, adultos, que arrastramos como un peso insoportable disfraces …

Leer más

¿Amor o miedo?

Vemos ahí fuera, en los demás y en todo aquello con lo que nos cruzamos, lo que llevamos en nuestro corazón. Algo así dijo creo que Goethe, pero también lo he leído y escuchado, con otros matices, en otras voces. ¿Y qué llevamos en nuestro corazón, amor o miedo? Es fácil de responder. Si estamos llenos de miedo, salimos a la vida dentro de un traje protector confeccionado con retales de dudas, inseguridades, desconfianzas, juicios… Tejidos tan gruesos y opacos que impiden que nos llegue la luz, y el aire, y acabamos enfermando, olvidando hasta respirar. Salimos también con la escopeta cargada, y con los bolsillos llenos de piedras, y con escudos, y no esperamos ya ni a que nos ataquen, sino que disparamos nosotros a la primera impresión de estar en riesgo. Intuición, claro, que está muy sesgada, muy sucia, envenenada por el miedo. Que hay razones para ello, …

Leer más

De prisioneros a señores

Prisioneros de nuestra mente

Me ha costado muchísimo entender, y seguramente aún no lo he entendido del todo, el poder que tenemos para crear realidad, para darle forma a nuestra vida, a nuestra experiencia, a nuestro sentir, incluso a nuestro dolor. Me pregunto cuánto de eso con lo que bregamos en nuestro día a día, que tanto nos pesa, que es tan real para nosotros que incluso castiga a nuestro organismo y nos enferma, existe de verdad. ¿Nuestra falta de tiempo? ¿Nuestras prisas? ¿Nuestros miedos? ¿Eso que nos disgusta o decepciona de los demás? ¿Ese error del pasado? ¿Lo que nos preocupa del futuro? ¿Nuestros límites? ¿Eso tan necesario, tan urgente? ¿Cuánto de todo eso es verdad? ¿Qué es real? ¿Cómo podemos saber que no lo hemos inventado o construido nosotros? Nosotros solos con esa herramienta tan importante, y tan tramposa muchas veces, que es la mente. Que sí, que ya sé que tu …

Leer más

Cernuda, una forma de mirar la vida

Un día como hoy, en Sevilla, nació Luis Cernuda. Casualmente, esta mañana (sin saber ni recordar la efeméride), mientras paseaba por diferentes calles sevillanas, me acordé de él. En concreto, me vino a la mente una página de Ocnos, en la que podemos leer: «Para vivir, ¿es necesario atarearse tanto? Si el hombre fuera capaz de estarse quieto en su habitación por un cuarto de hora. Pero no: tiene que hacer esto, y aquello, y lo otro, y lo de más allá. Entretanto, ¿quién se toma el trabajo de vivir? ¿De vivir por vivir? ¿De vivir por el gusto de estar vivo, y nada más? Bueno. Deja ahí el soliloquio y echa una mirada en torno». Qué curioso que justamente ayer yo escribiera en esta web sobre el cansancio, y que haya recibido bastantes comentarios de personas que se han visto reflejadas en lo que compartía. Lástima que ni siquiera …

Leer más

Solos con nuestro cansancio

A veces, no hace falta que esté ocurriendo nada grave en nuestras vidas para que nos sintamos mal. A veces, es un cúmulo de pequeñas cosas (pequeños malestares, decepciones, errores, dudas…), pequeños todos, insisto, que se van superponiendo unos a otros, sutil y ligeramente, como si no estuviera pasando nada, hasta que algún día (después de bastante, normalmente) salta una alarma y nos damos cuenta de que sí pasa. Vaya si pasa. Lleva pasando mucho más tiempo del que somos capaces de reconocer. Pasa y pesa. Pesa tanto que comenzamos a sentir un cansancio profundo. Una pesadez que nos impide movernos con la agilidad que en un tiempo fue habitual en nosotros. Un cansancio que nos vuelve no solo más lentos de movimientos, sino también de reacción. Llegan los bloqueos, la saturación, la incapacidad de tomar hasta las decisiones más sencillas y resolver la más fácil de las gestiones. La …

Leer más

¿Quiénes somos?

¿Qué somos? ¿Quiénes somos? No, desde luego, el trabajo que realizamos. Ni nuestros títulos académicos o la ausencia de estos. Ni las medallas o los concursos ganados. Ni nuestros errores o derrotas. Ni una cara o un cuerpo o una cifra en una cuenta. Tampoco un estado civil. Ni una edad. ¿Una nacionalidad? ¿Un número de amigos, parejas, viajes, experiencias o posesiones materiales que acumulamos? ¿Nuestras habilidades, talentos, destrezas…? ¿Las ideas, las creencias…? ¿No, verdad? Entonces, ¿qué somos?, ¿quiénes somos? Supongo que debemos ser eso que nos mueve desde lo más profundo. Los anhelos que persisten: de plenitud, de belleza, de verdad. De serenidad, calma, paz, felicidad… La luz, la sabiduría esencial que se ha ido quedando tapada, oculta por todo lo accesorio y fútil… En definitiva, lo que nada ni nadie puede quitarnos. Lo que, por más que lo intentemos, no podemos dejar de hacer o experimentar. Lo que por …

Leer más

Los niños buenos

En la última visita al pediatra de mi hijo estuvimos hablando sobre los múltiples problemas de salud mental en la infancia que se estaban encontrando en tiempos de pandemia, y me dio una explicación que me pareció muy sencilla y crucial. Hemos convertido a los niños en héroes. Les hemos repetido hasta la saciedad lo fuertes y lo valientes y lo buenos que son por afrontar tan bien toda esta locura. Y ahora sucede que, si sienten miedo, puede que no se atrevan a comunicarlo, a expresarlo, por temor a defraudar lo que les hemos dicho que son, lo que esperamos (o creen que esperamos) de ellos. El mismo día, hablando con una psicóloga, también apareció el tema de los niños buenos y las niñas buenas, los niños que, sin darnos cuenta, vamos etiquetando como tales y con ello haciéndoles más daño del que podemos ser conscientes. Porque cada etiqueta …

Leer más

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies