Un bálsamo para el alma
Hace un par de semanas falleció una amiga que admiraba y apreciaba muchísimo, cuya tristísima pérdida he llorado con pesar. Releyendo algunos correos que Isabel y yo nos intercambiábamos, encontré una frase que uso hoy, en su recuerdo, en su homenaje, como título de esta publicación: «Hacer lo que nos gusta es un bálsamo para el alma». Si algo me consuela tras su repentina muerte, que aún cuesta creer, es que ella lo hizo, vivió conforme a esa afirmación en la medida de sus posibilidades. Isabel sentía una pasión muy profunda por la escritura. A pesar de que desarrolló su carrera profesional en otro ámbito, y de todas las dificultades del sector, fue labrándose su trayectoria en el mundo de las letras con un entusiasmo destacable y lo que es más significativo, una honestidad proverbial. En medio del dolor, me da una tranquilidad inmensa recordar muchos de sus proyectos, sus logros, releer algunas de sus palabras …