A veces no me encuentro.
Sé que estoy ahí porque el corazón se mueve
con ese latido tan mío
y en la cabeza bullen cientos de ideas,
pero no me encuentro.
Tal vez me quedé enterrada bajo todo ese desorden
o una montaña de culpas que impiden que pase el aire.
Quizá, aunque veas mi luz encendida tan temprano,
yo aún siga vagando entre mis sueños.
A veces solo quisiera pararlo todo
cuando tengo la nariz entre tu pelo
y que el mundo se detenga en una de tus risas.
Hay veces que solo quiero gritarle al mundo
que me espere mientras estoy contigo,
oliendo tu cuello
o acariciando esa piel que salió de la mía.
Tantas, tantas veces deseo con vehemencia
que las horas pasen sin reloj, sin calendario,
sin las palabras “no puedo” entre mis labios.
A veces quisiera bajarle el volumen a tantos sueños
y simplemente recrearme en lo que siento
cuando estoy a tu lado.
A veces estoy tan cansada…
Y el tiempo pasa…
Y sé que estoy ahí,
pero no me encuentro.