Sentirse mal
No pasa nada por sentirse mal. No pasa nada. Escuché esta frase, aparentemente sencilla, en unos dibujos infantiles que veía mi hijo hace unos días. Y, a pesar de estar yo en mis faenas, algo en mí se activó y volví la cabeza hacia el televisor, en el que pude ver cómo un personaje le decía a otro que no tenía que ocultar que se sentía mal, que, si necesitaba ayuda, debía pedirla; si sentía miedo, debía expresarlo, pues no siempre podemos ni tenemos que ser fuertes… ¡Qué importante lección! Me dejó pensativa gran parte de la tarde. Quizá porque precisamente ese día yo también me sentía mal. A veces, desde que nos despertamos podemos percibir cómo las emociones negativas revolotean traviesas a nuestro lado, y no pasa nada. No pasa nada por estar tristes, cansados, nostálgicos, desencantados…No pasa nada por reconocer que el equilibrio se resiente, que las piezas …