La más importante de las hazañas
El pasado sábado fue el Día Universal del Niño y cuando lo supe me acordé de esta publicación que había escrito hace unas semana a vuela pluma en un momento en el que me dominaba la emoción. Apenas está editada, por lo que no es un texto depurado; eso sí, creo que refleja bien la verdad del momento en que la escribí. Me pregunto hoy si le damos la suficiente importancia al estado de los niños cuando todo va bien. Cuando están contentos, felices, saludables, tranquilos, equilibrados… Quizá no más que a todo aquello que sentimos como un derecho, como la normalidad cuando la disfrutamos un día tras otro. Qué torpeza. Nuestra vida está colmada de milagros, como el de tener un niño sano, feliz, tranquilo, y no somos capaces de verlo, tan confundidos con los “debería ser”, con las exigencias e imposiciones; tan locos por las prisas y la …