Las historias que nos contamos
En los últimos días he estado reflexionando mucho sobre las historias que nos contamos y los personajes protagonistas en los que nos convertimos. Todos necesitamos las historias como esos hilvanes que, al unir unas piezas con otras, logran cohesión, sentido. Necesitamos entender lo que sucedió, lo que experimentamos, lo que nos ocurre…, pero tal vez no seamos conscientes del poder de construcción de realidad que tiene esta herramienta narrativa. De cómo aquello que creemos (siempre las creencias) que ocurrió condiciona la manera en que nos sentimos. De cómo lo que sentimos con fuerza, con gran emoción, se convierte en verdad para nosotros, una verdad a la que nos aferramos. De cómo esa verdad lo irradia todo y llega a manifestarse en lo que recibimos, encontramos, conseguimos, creamos… otorgándonos, en tantas ocasiones, un papel de víctimas al que nos acostumbramos muy pronto. Sin grandes aspavientos. Con la fuerza de esos hábitos que, una vez instalados como programas en nuestras mentes, llegan a dominarnos, haciendo que …