El hábito del miedo
No voy a escribir en este texto sobre las innumerables realidades de la vida ante las que podemos sentir angustia y miedo tan fuertes y profundos como frente a los peores fantasmas de nuestra infancia. Tampoco, sobre el miedo como emoción natural, adaptativa y biológica que tiene su función protectora, y, por tanto, no es necesario cambiar. Lo que pretendo abordar aquí es ese miedo o angustia que experimentamos en muchas ocasiones sin que existan causas reales que respalden dichas emociones. Esa tendencia, ese hábito (automático, inconsciente) que nos amarga la vida orientando nuestro foco de atención a algo inexistente y mal sesgado: lo peor que podría sucedernos. Pueden ser diversas las causas (creencias, modelos familiares, las historias que nos contamos sobre lo que nos sucede…), el resultado es que nos acostumbramos a vivir con miedo, ansiedad y angustia y lo normalizamos. Le abrimos la puerta sin mucha resistencia, incluso lo acomodamos en …